El monitoreo del cultivo es una práctica fundamental en el Manejo de Resistencia de Insectos (MRI). En áreas con alta presión de plagas, puede ser necesario el control químico. Para decidir si es necesario realizar alguna aplicación de insecticidas, debe tomarse en cuenta:
Se debe monitorear el insecto plaga en cultivo, en malezas, en residuos de cosecha, en soca del cultivo anterior. El monitoreo le permite tener información útil para la toma de decisiones relacionadas con la implementación de método de control.
Para monitorear correctamente su cultivo, las evaluaciones de insectos deben hacerse de manera aleatoria en diferentes partes de su campo. Por ejemplo, evite monitorear únicamente bordes, entre a su campo y camine por lo menos 20 metros hacia el centro para comenzar el monitoreo. Asegúrese de tomar muestras representativas.
Utilice alguno de los siguientes patrones de monitoreo:
– Spodoptera: 5 puntos en la parcela, 20 plantas consecutivas por parcela, plantas totales 100 por parcela (escala de Davis)
– Diatraea: 5 puntos en la parcela, 20 tallos consecutivos, total de 100 tallos por parcela (incidencia de tallos con agujeros)
– Helicoverpa: 5 puntos en la parcela, 20 mazorcas consecutivas, total de 100 mazorcas por parcela (incidencia de mazorcas dañadas)
En general la tecnología Bt le brinda al cultivo cierta tolerancia a algunos lepidópteros que afectan los rendimientos de los cultivos de maíz y algodón; sin embargo, es necesario realizar un monitoreo permanente sobre los niveles de infestación tanto de estos como también de los artrópodos no objetivo de la tecnología y en el momento que superen los umbrales de daño económico, realizar controles con productos debidamente registrados acordes a la plaga y su estado de desarrollo, teniendo en cuenta la recomendación del agrónomo (asistente técnico) y las recomendaciones de la etiqueta del producto.
La biotecnología ha ofrecido soluciones innovadoras para la protección de cultivos. Un ejemplo destacado es el desarrollo de maíz genéticamente modificado (GM) resistente a ciertas plagas. Gracias a la tecnología Bt incorporada en estas variedades, tres de las más significativas y dañinas para el maíz son eficazmente controladas:
Helicoverpa zea causa daños importantes al maíz, se distribuye en todas las zonas productoras, generando reducciones importantes de rendimiento al alimentarse de los granos en desarrollo de la espiga, comprometiendo la calidad comercial e industrial por desarrollo de hongos y micotoxinas.
El barrenador del tallo es una plaga clave en cultivos como el maíz. Su impacto económico es significativo, ya que las larvas se alimentan del interior del tallo, debilitando la planta y comprometiendo su desarrollo. Esta plaga es especialmente perjudicial cuando ataca durante etapas críticas del cultivo, ya que no solo reduce el rendimiento, sino que también incrementa la susceptibilidad a enfermedades.
El gusano cogollero es una de las plagas más destructivas del cultivo de maíz. Su capacidad de adaptación, ciclo rápido y amplia gama de plantas hospedantes lo convierten en un problema constante en campo. Afecta desde etapas tempranas, provocando desde lesiones foliares hasta defoliaciones completas y muerte de plantas. En fases más avanzadas del cultivo, puede ingresar a la espiga y alimentarse del grano en desarrollo, disminuyendo la producción y calidad.
El umbral de daño económico será definido antes del momento en el cual la plaga cause un nivel de pérdidas mayores al costo de controlarla. La magnitud de las pérdidas económicas puede variar entre temporadas, dependiendo de las condiciones climáticas y otros factores.
Debido a estas variaciones, se recomienda monitorear las poblaciones de plagas y el daño causado antes de decidir si se realiza una aplicación u otro tipo de intervención.
Al momento de monitorear o hacer seguimiento, es importante tener en cuenta la edad de la planta y el desarrollo del cultivo para evaluar los daños y la fase en la que se encuentra la plaga y así proceder a usar el producto o la práctica más apropiada para su control.
* Recuerde siempre atender la guía de manejo y seguir las recomendaciones de manejo de la casa comercial
Se recomienda la utilización de la Escala de Davis para evaluar el nivel de daño en su cultivo por gusano cogollero (Spodoptera frugiperda):
En el ámbito del cultivo de algodón, la biotecnología también ha jugado un papel crucial en la protección contra insectos dañinos. El desarrollo de algodón genéticamente modificado (algodón Bt) ha permitido controlar eficazmente varias de las plagas más importantes que afectan a este cultivo, gracias a la incorporación de la tecnología Bt en sus variedades.
El gusano bellotero constituye una plaga de relevancia económica en los cultivos de algodón. La fase larval se alimenta de diversos órganos vegetales, lo que impacta negativamente en la producción.
El gusano Alabama plagas más agresivas y dañinas del cultivo de algodón en América Latina. Las larvas de esta especie pueden llegar a consumir casi toda la hoja y afectar la fotosíntesis de la planta, lo que reduce su vigor y el rendimiento del cultivo.
El gusano rosado es una plaga del algodón que puede sobrevivir entre cosechas en residuos de plantas, algodones silvestres o plantas hospederas secundarias. Las hembras ovipositan de 200 a 400 huevos y los adultos son de actividad nocturna.
Se recomienda realizar monitoreo de la plaga con una frecuencia de 5 a 8 días dependiendo de la etapa de desarrollo del cultivo. Las aplicaciones deberán realizarse cuando se encuentren de 5 a 8 larvas en 100 plantas (5-8% de larvas en estructuras)
Fotografías de autoría exclusiva del CIAT. Para mayor información puede consultar www.ciat.co
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